24 de noviembre de 2010

Tanto yo y qué poco me queda.

Las palabras no son garantía de que se sucedan las acciones, las firmas, son palabras ilegibles. Así de estúpido es nuestro sistema legal, que se fía de un garabato en un papel...



Llorar cuando hay que llorar
Sincero cuando no hablan las palabras
Sin que una sentencia perdure
Ni nadie te llame cobarde
Me sobran voluntad para decir algo
Pero me faltan ganas de compartirlo
No será culpa mía, no pido tanto
No vengo de leer ningún idílio
Mis ojos faltos de confianza
Mi retina sobrada de cicatrices
Mis suspiros suplicando bonanza
Mi memoria aquejada de un quiste
A puñaladas puedes tejerme el llanto
Resuelve el laberinto de mis entrañas
Devuélveme la ilusión a puñetazos
Pero para de clavarme esas dagas




Mens enferma in corpore sano.

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